domingo, 15 de octubre de 2017

MEMENTO VIVERE


"No temer a la muerte ni al olvido, no aceptarle a la vida una limosna,
no conformarse con
menos que todo."
Raquel Lanseros



Vivir como quien no duda, quiero.

Atravesar la densa estepa de los días donde el sol no existe
con la digna alegría del que sueña en alto
y se atreve
a atreverse.

Vivir quiero, aunque me esté muriendo,
aunque en este intento de intento  me muera
quiero vivir sin miedo, bocabajo y de costado;
a bocajarro.

Pulir los llantos hasta hacerlos mármol,
besar el cielo hasta hacerlo mío.

Y no entender nunca que el camino se acaba,
que un día no hay día
y la noche se alarga demasiado,
que no volverá la tristeza a llamar a tu puerta,
ni el hastío
ni el miedo,
pero tampoco el amor,
ni el sueño,
ni el morbo,
que ya no habrá nada que temple tu ira
y habrá quien te piense como un héroe o un mártir
y no podrás siquiera decir lo que fuiste
defender tu papel de héroe o de mártir,
decir a los tuyos; No llores mi vida
porque no habrá vida que sustente tu voz,
ni voz en tu vida.

Por eso quiero vivir
con el ansia en la sangre
y dejar de luchar por nada
que no valga mi tiempo
estrujar los segundos como un fruto podrido
y meter mano al mundo
sin que se dé cuenta.

Olvidar, un instante,
que no somos nadie,
que, a veces, la vida se torna imposible
áspera
insalvable
y el planeta se tiñe de añil
y la amarga verdad que el espejo te escupe ya no te convence.

Vivir quiero,
y olvidar por un trago
que vivo con miedo,
agarrar esta vida
como si fuese la última
y caminar erguido
con decisión y sin dudas.
No transitar por la falsa idea de perseguir una vida
que, a veces, no es mía,
sino vivir
como los que viven
y sueñan
y abrazan
y cuidan sus plantas
y van al gimnasio,
aunque no duerma
ni entienda de flores
ni abrace en exceso
y tenga más afición a los bares que a las pesas.

Quizás demasiada demanda
para un camino tan corto
pero no me conformo con menos,
vivir a medias
sigue siendo un suicidio pactado,
un desgarro,
un insulto.


Y no quiero eso.

Quiero vivir
sin que eso me duela,
es simple mi rezo.
Y cuando la muerte venga  por mí
hacerme el vivo

y esperar su ausencia.

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