lunes, 5 de noviembre de 2018

miércoles, 10 de octubre de 2018

PADRE

"Mi padre olía a sudor, a honradez, pobreza..."






A las cinco de la mañana me levantaba de la cama.

Ya que no quieres estudiar, sabrás lo que es trabajar.
Me decía.

Y aún sin abrir los ojos, resentido,
me subía al coche
intentando ganarle algunas horas más al sueño.

Al final del día,
como con plomo entre los huesos, medio muerto,
tan sólo alcanzaba a pensar qué sitio me esconde el mundo
lejos de pupitres o de palets,
y no acertaba.

Es hoy,
años después,
cuando él se queja
y es a mí a quien le duele la espalda,
hoy,
que en el espejo hay más de él que de uno mismo
y entre mis lágrimas
aún se ve
el sudor amargo de su frente

que lo entiendo

y sólo me queda
devolverle el favor

y las gracias.




CENIZAS



"Me basta con la vida para justificarme."

Luis García Montero 




Cuando me marche
quedará el olor tras la lluvia sobre el asfalto
los viejos en los bancos
y esta prisa inventada sobre la que empujamos la vida
que seguirá haciendo llegar tarde a los impuntuales.

Las campanas doblarán
por cada beso que se acobarda,
y volverá a ser lunes
y alguien gritará
con la misma fuerza con que otros abrazan.

El puerto recogerá sus barcos
y el frío se hará un hueco de nuevo.

Mirará el perro sobre la ventana azul
a nuevos extraños.

Y las mismas rocas
sobre las que apuntalé mi vida
recostarán otros sueños.

La ciudad, como un ciclista inagotable, seguirá adelante,
y los niños
que hoy se cruzan en mi camino con sus sueños aun intactos
descubrirán sin gracia
por qué los adultos lloran.

Y crecerán también las flores
que sólo el cielo riega y nadie mira,
y nuevas manos
se posarán sobre el miso picaporte
pero distintas lágrimas llorarán la misma pena.

Mis pasos, no serán quien se tropiecen
sobre estas calles.

Y serán otros hombres
quienes se crucen con las muchachas
de las que ya no podré enamorarme.

Cuando me marche
habrá quien no pregunte por mi
y otros
que incansablemente me busquen.

Así que, por si llegado el día,
no me encontraras,
tan sólo
mira alrededor

y ríe,

    que allí, te estaré esperando.


lunes, 13 de agosto de 2018

ESPERANZA


"No puedes encontrar la paz evitando la vida" 
Virginia Woolf


A Pedro Andreu



Estaré bien dice 
después del último pañuelo mojado sobre su cama. 

Luego, 
agua como cristales rajando su piel, 
café
tiempo 
diazepam. 

Desenladrillar el mundo 
como quien recoge una bomba
y la lleva entre las manos. 

Saltar,
sin nada donde caer, 
nadie, siquiera mirando. 

Saberse muerto
prescindible,
hacer cuentas
salir perdiendo. 

Respirar
salir
esquivar 
jaulas de hormigón y acero,
cables, antenas. 

Volver 
sin haberse ido,
sin saber dónde. 

Buscar alivio,
sentarse 
ahorcar un bolígrafo 
manchar un papel 
llorar 
correrse. 

Comer aire
a manos llenas
desnutrido. 

Aceptar 
la tragedia 
el mundo
los naufragios,
las lápidas
la burla 
las concertinas,
el reloj
las dudas 
los espejos.


Recoger
el reguero de polvo 
que deja la vida 
tras cada disparo. 


Y volver a empezar; Estaré bien, dice

mientras el futuro 

se frota las manos, impaciente,

risueño,

desesperanzado. 




lunes, 16 de julio de 2018

MENOS AMOR


Amo, mientras trato de entender que el otro también tiene derecho a amar a otros, sin que yo lo sienta como un acto de deslealtad o desobediencia.

Lucho contra mí mismo para creérmelo hasta sentirlo, y peleo, hasta caerme rendido por alcanzar el querer al que aspiro desde el querer que realmente siento.

Amo con fuerza, con sinceridad, honestamente.

Pero hay momentos en que amo también con miedo, cobardía y necesidad.
Y siento que necesitar al otro es insultar a mi autosuficiencia y fortaleza. Pero entonces me digo —me repito— que no hay de malo nada en necesitar cuando lo que se reclama es amor, porque es humano; como un bebé llorando por su madre. Y no sé si es verdad o triste autocomplacencia.

Amo, y permanezco en la idea de que ni la promiscuidad es libertad ni la exclusividad una cárcel.
Y elijo siempre el beneficio propio pero en consideración de dos.

Intento hacer de mis decisiones un mérito para sentirme mejor, pero otras veces también tomo decisiones, casi como esfuerzos obligados y en contra de mis deseos, para el mérito y el bienestar del otro. Porque no concibo el egoísmo en el amor, no en el mío.
Por eso amo sabiendo que todas las veces que yo pierda estamos ganando como pareja.
Amo creyendo que debiera ser feliz aún cuando el otro, pudiendo hacerlo,  no me escoge, porque sé que no tengo la exclusividad de la felicidad, ni del placer,  ni siquiera del momento, aunque a veces así lo quiera.

Amo tratando de ser unas alas y una jaula para el otro, aunque duela como un disparo a quemarropa, como un puñetazo en mitad del alma, asumir el riesgo de que en esa libertad, crezcan dudas, caricias, miradas que te alejen de la persona que amas, y te acerquen a otros puertos.
Y no me asusta reconocerme cobarde, débil, necesitado, por decir en voz alta que tengo un miedo innombrable a que quien amo se aleje.

Por eso amo.

E intento poner más cemento a mis seguridades, entender,  empaparme de razones que me hagan sentir lo contrario al miedo, a la pérdida, a la inseguridad.
Construir confianza y credibilidad a base de actos no de palabras. Sabiendo que es más fácil destruir que construir, decepcionarse que celebrar.

Y aun así. Amo.

Aunque sea en un constante conflicto entre el cómo lo hago y el cómo me gustaría hacerlo.

Amo, y tengo clara la meta, el destino, el ojalá hacia el que camino;

Amar,
luchando por entender que hay mil formas de hacerlo,
aunque, a veces, parecerán de todo,
 menos amor.

miércoles, 4 de julio de 2018

niña de las manos frías

Como un condenado a muerte la libertad; te quiero.

Sabiendo sin querer
que no hay fronteras lejanas
sino amores cobardes.

Sintiendo sin saber
la mentira repetida
de volver a ser el más fuerte
sólo cuando tú me miras.

Niña de las manos frías la vida
te debe tanto
que yo,
conjunto de tropiezos, pájaro desnortado
no puedo prometer lo que mereces, y no es mío;
el futuro envuelto en seda
un cielo nunca nublado
los sueños compartidos.

Pero sí estas manos, medio colchón
bostezos,

Sí ilusión
palabras
acertijos
papeles

donde poder recordarte
que no hay distancia imposible

cuando hay amor suficiente.




miércoles, 9 de mayo de 2018

Y NO ES TARDE

"Pensar que la única forma de recorrer contigo una vida es quitándotela."
Pablo Benavente 


Después de hacer una mansión
de una azotea
y reducir al absurdo cada miedo
tan fácilmente,
sólo me queda aprender a no esperarte,
aceptar este regalo,
que es tu vida,
cuando camina cerca
de esta apuesta que es la mía,
y agradecer cada segundo que me compartes
con la ilusión de un triunfo que no merezco, pero disfuto.

Saber
que gritar tu nombre,
como quien busca a un niño perdido,
y maldecir las decisiones que elegimos
no cambia nada.

Y asumir,
con los puños llenos de lágrimas
y de certezas,
que somos libres pero enjaulados
y pese al daño
y las distancias
está en nosotros al mismo tiempo
cura y problema.

Por eso duele, de vez en cuando,
al madrugar
ya no escucharte.
Y esta condena de días
sin tus vestidos
sobre mi cama.

Y el no saber donde meterme
si no es contigo
ni tenerte cerca
sin desangrarnos.

Aprenderé, sin duda,
a no olvidarte
y respirar sintiendo que no te pierdo
pero te quiero
tras cada paso que doy
sin saber dónde
pero alejado de ti
de todos modos.

Porque aun te escucho hacer ruiditos
tras mis historias
y en cada calle donde te evoco
como un consuelo.

A veces, incluso siento, que el tiempo
aun es promesa
y no castigo,
y veo fuentes donde mojarnos,
manzanas
que aun son semilla,
miradas 
como alimento.

Y aun hay monedas esperando deseos
y nuestras manos, dispuestas, para lanzarlas,
cámaras aguardando retratos nuestros,
con más arrugas
y menos daños.

Aun charcos por bailar,
noches de peli y manta,
otra ciudad
otros aviones
distintos mapas.

Y, no sé cómo decirte
lo que ya sabes,
ni evitar que me reproches
lo que no haces, pero supongo.
Saber, que mi libertad
es el peso de esta lágrima que acepté desde un principio,
y tras el llanto
sólo me queda agradecerte cada momento.

Por dejar que caminase
un paso más cerca del milagro,
y cada beso
como un regalo inmerecido,
y esta promesa de vuelo
con cada uno de mis tropiezos.

Gracias, de verdad,
por recordarme el camino
cuando el destino es amar
y no importa llegar a tiempo, sino encontrarse.

Aunque ahora nos toque tragar con la culpa
y la distancia,
consumirnos,
entre preguntas
como una vela que nadie sopla
y se derrite.

Hacer, de cada mañana,
un intento de esperanza
y saber
que no habrá notas en el reverso de cualquier ticket,
donde dejarte escrito lo que no alcanzo,
ni seré yo
quien recoja a los niños tras el colegio
ni cuelgue tu abrigo
entre mi armario.

Porque elegimos lo que tenemos.

-¿Por qué elegimos lo que tenemos?-

Voy a agarrarme a este papel
como al último clavo,
cerrar los ojos, recordarte,
soñar con que algún día elegimos elegirnos
y no es tarde,
creer que el despertar
hay menos dudas que respuestas,
y entender, como quien mira a su verdugo
y no hace nada,

que nuestras vidas nunca encajaron
pero nuestras manos
si.


jueves, 5 de abril de 2018

PAPELES

A David González 

El papel lo aguanta todo.

Las dos rayas de anoche en la guantera de un Ford Fiesta después 
de seis cervezas y un intento de atraco, las parpadeantes luces amarillas,
e, incluso, 
las bragas en los tobillos de una mujer que no amas
pero deseas.

Sostiene las multas,
las mentiras,
y las facturas imposibles de solucionar.

El atrezzo más triste
y desolador.

Los paisajes desérticos con buitres 
devorando cuerpos
sobre el esqueleto de un Cadillac.

Aguanta los golpes que a ti te derribaron,
las excusas que te gustaría contarle a tu mujer
cuando es otra la que gime contigo
y no hay palabras que rediman tus errores.

El papel lo aguanta todo.

Te permite no haberte equivocado nunca
ser inocente todas las noches
en que regresas arrepentido y culpable

Sobrevivir a los bares
los vicios
y sus miserias.

A las deudas,
los miedos
y a la más devastadora soledad.

La venganza viene
cuando el papel no es un papel y la realidad 
escupe sin escrúpulos
ni miedo
duras y ácidas verdades sobre tu cara,
y que,
- como una especie de bukkake inesperado -
aceptas,
inmóvil
triste
y de rodillas.

Y la noche más oscura y espesa
ya no es la planificación de un escenario
sino el lugar donde habitas.

Y las llamadas perdidas
son verdaderas pérdidas.

Y conducir a toda hostia deja de ser una  metáfora
para convertirse en un suicidio intencionado y otra firma 
sin dedicación ni libro.

Entonces, no hay orillas donde acercarse
ni manos que vengan a salvarte.

Vomitas sin intenciones literarias
whisky barato sobre un váter extraño.

Y, tratando de hacerlo bien,
intentas alejarte del borde
echar tierra al límite sobre el que caminas,
salir
escapar
huir
no querer ser el que eres,
pero siempre
hay una excusa
o un motivo
para volver al principio.

Y en la ultima recaída, saboreando el más miserable polvo,
mientras el demonio te mira fijamente
sobre el espejo de cualquier garito
te dices,
que es momento de comenzar a entender

que el papel lo aguanta todo,
pero la vida;

no.

jueves, 29 de marzo de 2018

AZAR

Hoy,
que ya es mañana
y nunca más será ayer,
es el momento de subir la cabeza
cerrar alguna puerta
y aceptar
que a partir de ahora
será el azar
y no las ganas


quienes nos vuelvan a juntar. 

martes, 27 de marzo de 2018

Descartes y rescoldos

Esta es mi tristeza y la lloro como quiera. ----- Acostumbrarse a hacerlo mal no está bien, me dices, como si entendieras mis fracasos.

----- A estas alturas del guión uno ya ha perdido lo suficiente como para entender que nada nos pertenece.


-------


En un mundo tan jodidamente atroz y espantoso es normal sentirse culpable al sonreír. --------
Aprendí a amar acariciando espinas.

miércoles, 21 de marzo de 2018

ESPEJOS


Hay noches negras
como el pulmón de un toxicómano que se van dejando un rastro de resaca y arrepentimiento
imposible de limpiar
y ceden,
obligadas, el paso a días extraños y veloces, como pestañeos de sueños de los que nunca quisimos despertar, para volver a dejarnos, de nuevo,
sentados frente a la misma barra de anoche esperando con esperanza
que mañana
no sea como ayer

y por una sola vez
el espejo del baño

mienta.


EPITAFIO

Yo,
que llevo toda la vida pisando flores
y de rodillas,
cuando muera,
entiérrenme de pie

y sin coronas.


miércoles, 14 de febrero de 2018

INFIEL

Aquellas noches de invierno
que ya eran días,
cuando llegaba
escondido tras mi sombra
borracho
e inútil
a una habitación donde tú aún descansabas,
-seguro de mi-.

Me acurrucaba
mudo
y sutil
a tu lado
ahorrando con mi silencio
una explicación innecesaria
y un reproche obligado.

Luego
miraba tu espalda,
desnuda y tardía,
y pegaba los restos de mi cuerpo al tuyo
imaginando
que justo ahí comenzaba mi noche
y no
dos polvos y un día

atrás.



domingo, 4 de febrero de 2018

OBLIGACIONES

Nunca quise ser escritor.

Luego vino ella,
posó su bolso sobre la barra,
miro mis ojos perdidos, sonriendo,
y se alejó
dejando una vida pendiente.

Y no tuve otro remedio.

lunes, 29 de enero de 2018

CÁDIZ



Conducíamos hacía el sur,
mano sobre mano,
con el sol quemando el capó del coche,
un puñado de sueños,
y el cd de Ismael que me regalaste.

Yo era feliz.



Y tú, casi un milagro.

viernes, 19 de enero de 2018

CARTA DE BIEN(DESPEDIDA)

Lo más difícil, en estos casos, siempre es saber qué cosas se quedarán fuera de la maleta, no dentro. Qué libros son los imprescindibles, qué CDs podrían soportar quedarse abandonados en un rincón de la habitación o qué fotos descolgaré del corcho para que me acompañen. 
Hace unos días, Saúl, me decía que la vida es un cúmulo inevitable de despedidas. Y supongo que, como siempre, llevaba toda la razón consigo. Despedirse no deja de ser algo ineludible, muchas veces obligado por las circunstancias, otras, como ahora, provocado por uno mismo. El caso es que nada permanece estático e inalterable. Las personas vamos dando tumbos por el mundo, perdidos pero seguros, chocando los unos con los otros, encontrando y perdiendo, perdiendo y encontrando.. y muchas veces, la mayoría, sin saber muy bien hacía dónde vamos o detrás de qué. Cambian los hábitos, las costumbres, los paisajes, e incluso, a veces, la forma de sentarse a afrontar y entender el mundo. Y está bien que así sea. Está bien que todo sea susceptible y vulnerable, que haya caos y desorden, que nos equivoquemos mientras a nuestro alrededor todo se mueve sin sentido aparente. Porque la realidad es que absolutamente nada es seguro, todos somos prescindibles y tarde o temprano desapareceremos, o nos mudaremos con la música a otra parte, dejando por el camino, con nuestras ausencias, huecos profundamente hondos e irreemplazables. Y cuanto antes lo aceptemos; mejor. Porque creérnoslo nos obligará a dejar en los margenes de nuestra vida las cosas sin importancia, y a valorar el presente y sus circunstancias como el regalo que realmente es, sabiendo que por muy fuerte que nos agarremos los unos con los otros, llegará un momento inevitable en el que los brazos se tengan que soltar.
Es descarnador si ponemos las miras en todos esos detalles que se quedan atrás. Incluso al ser más vivo sobre la tierra le desconsolaría detenerse a imaginar cómo gira el mundo sin él mismo.
En mi caso, no me despido eternamente. Es simplemente un "hasta luego" o un "nos vemos pronto", endulzado con la alegría de perseguir algo que busco, pero necesariamente triste, porque no deja de ser algo agridulce decir adiós mientras te miran los ojos que amas. Y cuando miro por el retrovisor es inevitable no ver el reflejo de todo lo que se queda aquí, aunque lo lleve conmigo. Es duro imaginar a una madre asomándose, llena de tristeza, a una habitación ya vacía, a un amigo pensando en lo mucho que hubiera disfrutado en la fiesta a la que le invitaron, o a mi perro, incomprendido, olfateando mi chaqueta olvidada en el salón, con lástima e inocencia.
Pero es aliviador, hasta cierto punto, saber que las cosas que se van están dejando hueco a lo que sigue. Y todo sigue.
Yo me voy, un año, lejos de España, rodeado de mar y bajo el mismo sol que nos ilumina, pero con algo más de fuerza y persistencia. Me voy porque a veces, la vida, te exige saltar o sentarte, y yo sólo estaba esperando el empujón necesario para marcharme, y porque no me perdonaría renunciar a lo que quiero por lo que tengo.
Me voy, después de un año maravilloso y sin grandes derrumbamientos emocionales haciendo balance de lo que dejo y lo que vendrá.
Me voy felizmente triste. Porque os veo abrazarme en silencio. Decirme frases lapidariamente alegres. Mirarme con cariño, aprobación y lástima.
Sabiendo que cuanto más sonría yo menos llorareis vosotros.
Y me voy, como siempre, sin saber cómo despedirme de las cosas que amo, para que Saúl me diga:

-Esas, nunca se despiden.

jueves, 18 de enero de 2018

FALDAS

Rojas, colegiales, cortas, vaqueras, rotas, a cuadros, desilachadas, largas, con rayas, verdes, de cuero, finas, de encaje, a medida, minis, transparentes… Y sigue siendo sobre el suelo, a los pies de la cama, como más me gustan.

miércoles, 10 de enero de 2018

LAURA

Desperté
con el eco de sus tacones
y el portazo que le siguió.

En el salón
aún restos de mi ropa
cena fría
y latas de cerveza.

No llegué a encontrar
besos pendientes a mi nombre
números en servilletas
ni post it con datos reveladores.

Se llamaba Laura
odiaba los gatos
amaba la Voll-Damm
y tenía las piernas más sexys de toda la ciudad.


No fui capaz de seguirla
por el miedo a encontrarla de verdad,
pero aún,
desde entonces,
y tres meses después
sigo mirando al suelo mientras camino

buscando
las piernas más sexys de toda la ciudad.




martes, 9 de enero de 2018

BALAS

Olvidar
es el consuelo de los rendidos.
Y no sé cómo decirte que aun cabes en algunas noches inesperadas
donde  apareces
como en mitad de una fiesta a la que nadie te invitó
y me ofreces un trago
y te acercas por detrás, pasando de largo,
para volver a dejarlo todo como después de la batalla, sin ni siquiera despeinarte.

Y no sé si es una lluvia de cristales
o un baño de espuma
lo que dejamos pendiente,
pero hueles tan bien como gardenias en los balcones
y arrojas esa luz
cálida y confortable
a bocajarro
contra mis miedos.

¿Sabes? Tengo una vida maravillosa,
pero hay veces en que me ciega el odio de no entenderme
y soy incapaz de andar más allá de la alambrada que me construyo
sorteando las minas que yo mismo he sembrado,
y todo se emborrona
y no hay renglón ni línea que me consuele
ni distraiga a esta ansiedad tan centrada en destruirme
y acerque a mi orilla
un gramo de esperanza.

Y ni con esas me rindo.

Abro otra botella
subo la música
y amago otra zancada con seguridad
hacia quien sabe donde
siguiendo a los pájaros que anidan mi cabeza.

Aún me quedan muchas batallas por librar
nuevas perchas donde colgar mis fracasos
viejos  recuerdos para ir tirando.

Me resigno a no escribir detrás de los puntos finales,
a condenar al polvo nuestros errores,
y acojo con felicidad cada goteo de sombras que me envenenan
para volcarlo en la cerveza que me ofreciste.

Olvidar
es el consuelo de los rendidos

y el odio

su última bala. 

387

Te cuento,
cien resacas después,
que aun respiro tras estas rejas de humo,
y sin saber muy bien qué paso sucede al anterior
camino
por dónde acaba el abismo y comienza el sueño
imaginando
que no hay precipicios más allá del miedo,
ni deudas tan insoportables
como no vivir.

A menudo somos nuestra propia zancadilla - me digo.

Espero que no te asuste entenderlo.

He estado tratando de hacerlo bien
desde el miedo aquel
que nos separó.

Apuntando los teechodemenos 
en las esquinas de mi nueva cama
aprendiendo a no esperarte
en cada instante
a no buscarte
tras tres cervezas. 

A veces, mirando al mundo sangrar
como si en su derrota hallara una victoria.

-Supongo que a lo perdidos
cualquier tragedia nos consuela
si ya no es la propia.-

Cargando con el peso de mis decisiones,
saboreando que me fuí
cuando estábamos tan sólo a un paso de conseguirlo
y no sé si es arrepentimiento o resaca
pero duele como un año sin verte. 

Ahora que miro nuevas caras
y estoy a casi 10000 kilómetros tarde
con esta sensación indescifrable taladrándome por dentro,
sabiendo
que quedarme o irme
era hipotecar un sufrimiento de cualquier modo. 

Asumo la culpa
de querer ser libre y acelerar sin fin hacia ninguna parte.

Pero es absurdo dejar la vida en suspenso
hasta que encontremos la razón.
Así que,
voy a salir ahí fuera
pelear por lo mio
y partirme la cara por hacerlo bien,
mientras intento
que por aquí dentro
algo funcione

sin ti.

lunes, 8 de enero de 2018

JUSTICIA

En un mundo lleno de odio
amar
es la mayor venganza.

FLORES EN TREBLINKA



"Maldita sea yo misma
y la raza que me enseñó la noche como si fuera una
abreviatura de Dios."
Olga Novo


Hay noches en que soy el huésped de esa calle oscura
donde tiernamente me acoge la vigilia
y rezan las baldosas por nuevos pasos.

Entonces
la vida
me mira sin preguntas,
áspera
y condescendiente,
ofreciendo el silencioso desfile de tragedias inmisericordes
al que ciegamente asistimos. 

Y sonrío, pícaro, al recordar que aún me queda tiempo y cerveza para engañarla,
amigos parapetando tristezas
minifaldas
y letanías.
Aun whisky
muros sin romper
clítoris
y acordes.

Pieles intactas
suerte
y lágrimas. 

Folios vírgenes
bares
resquicios
y algunas preguntas sin contestar.

Me exijo pensar en las flores que crecen en Treblinka
en las muchachas a punto de dar un primer beso,
en los viejos
riéndose a carcajadas.

Porque aún nos queda el amor
los pasos huecos sobre la arena
y las tristes noches como esta
donde inventarnos más excusas
para no dejarse ganar
y ver amanecer 
una vez más
de nuevo

borracho
y solo.