Me paro a reflexionar sobre el mundo, sobre la vida, le doy al pause
en el casete de mi historia, la tierra deja de girar para mí y me
detengo a pensar en demasiadas cosas…
Me doy cuenta en que hubo un tiempo en mi vida en el que cada segundo lo
vivía y lo disfrutaba sin ni siquiera saber que tenía esa filosofía,
todo lo miraba con otros ojos, más inocentes, mas inmaduros, supongo que
tal vez mas ignorantes a una realidad que siempre ha estado ahí, fue
sin duda una época en la que el mundo parece mágico y creías que la
felicidad se alimentaba del tener, no del valorar.
Aun que a veces el no tener ningún motivo para no estar feliz sea lo que
te haga no estarlo siempre volvía a encontrar la felicidad en cualquier
cosa, esta frase de una de mis canciones alude perfectamente a ese
sentimiento:
“y cuando te sientes como que teniendo todo no tienes nada
es porque te das cuenta de que tu gran felicidad se acaba”
Hasta
entonces disfrute de una ignorante y falsa felicidad, hasta que las
realidades externas te hacen pararte y darte cuenta de que la vida no es
de color de rosas, que existen las enfermedades, las pérdidas de
amigos, los desamores que siempre serian eternos, y lo que más me
asusta, la muerte.
El tiempo hizo pues, que no viese el mundo de la misma manera, que me
preguntase, que me encaminara hacia algo que mi alma busca, que me
intentase encontrar, que buscase respuestas a esas preguntas que nunca
tienen sueño, muchos años marcados te dejan heridas, y hoy estoy
orgulloso de decir que me alegro de todos esos daños, porque puedo decir
que algo aprendí, y que gracias a ellos puedo seguir aprendiendo y sin
ellos no se que hubiera sido de aquel chico inquieto sin preocupaciones
ni pensamientos que tanto ha cambiado.
La vida en cada palo te está intentando decir algo, solo hay que saber mirar con otros ojos no tan negativos.
Cuando muere un ser cercano, te esta gritando,¡¡ VIVE!! La vida es
rápida y no sabes cuándo será tu último suspiro, disfruta al máximo de
las personas y menos de las cosas, por desgracia seguimos sin decirlas
todos los días lo importantes que son para nosotros y solo nos damos
cuenta cuando es tarde o ya no hay nada que hacer.
Cuando sientes una enfermedad cerca de ti o en ti mismo, la vida te está
diciendo, es así, el destino echa las cartas, puedes vivir
preguntándote porque a mí, o vivir disfrutando cada segundo hasta el
final.
Cuando un amor que creías eterno se acaba, la vida te dice, no existen
las medias naranjas, cada persona es libre de elegir su caminar y eso es
lo bonito de una relación, disfruta y aprende todo lo que te aporte la
otra persona, y se libre, porque aprender a viajar acompañado es el
camino fácil, aprender a volar solo es lo que te hace crecer.
En
fin todas las desgracias de la vida, no tendrían porque ser tan
negativas si cada una de ellas esta guardando un mensaje oculto que en
última instancia es lo mismo, DISFRUTA, APRENDE, ACPETA que la vida
impone sus normas, aprende a convivir con ello y no te ciegues en tu
derrota, si no en lo que has ganado o aprendido con ella, las lecciones
que da la vida son las más sabias, y no hay mejor profesor que el error.
Lo
peor de todo es que aun sabiendo todo esto no sepamos llevarlo a la
práctica, no sepamos mantener esa filosofía todos los días,
lamentablemente seguimos sin valorar a las personas sabiendo que puede
que mañana falten, sin disfrutar de la vida como quisiéramos,
preguntándonos el porqué de todos nuestros males, aparentando ser otras
personas para ser aceptados, siendo comparados con los que lo hacen
mejor que nosotros sin valorar que nosotros también lo hemos hecho, sin
dar amor porque no lo recibimos, mirando hacia otro lado cuando la gente
se muere de hambre, mirando a nuestro propio ombligo, eligiendo a la
pareja con los ojos y no con la cabeza ni con la persona aun sabiendo
que “lo esencial es invisible a los ojos” valorando mas el tener que el
ser.
Afortunadamente la vida es así y solo depende de ti como quieras vivirla
Manuel Acón Saiz (Nel)
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