"Y recorro el
transcurrir de mi vida,
aún pequeño viaje
que pugna por ser
grande,
sufriendo como
hirientes matorrales
caricias de
rosales.
Y recuerdo el
pasado de mis días,
efímero paseo
que quiere ser
eterno,
habiendo hendido
cristalinos cielos
quebrándose por
truenos.
Y vislumbro el
devenir de mi vida,
desconocida senda
que será
descubierta
como cuando surge
en tierra desierta
brote de primavera.
Y presiento el
acabar de mis días,
de la senda, del
paseo, del viaje,
terrible más sin
duda inexorable,
ineludible fin de
los finales."
Bruno González Lázaro (Zalez)
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